miércoles, 24 de septiembre de 2008

ABDICACIÓN - Poemas

Esta es la primera parte de un libro de poemas niahistas, de renuncia a todo lo que se pueda y se deba, no se.


ABDICACIÓN
por rubén capdevila






La inacción consuela de todo. No hacer nos lo da todo. Imaginar es todo, siempre que nada tienda a la acción. Nadie puede ser rey del mundo más que en sueños. Y cada uno de nosotros, si de verdad de conoce,
quiere ser rey del mundo.

No ser pensando, es el trono. No querer, deseando, es la corona. Tenemos lo que abdicamos, porque lo conservamos, soñado, intacto.
(Fernando Pessoa. El libro del desasosiego)




Amo de mi ser la cosas oscuras,
en las cuales se ahondan mis sentidos;
en ellas, tal como en añejas cartas,
hallé mi vida diaria ya vivida,
superada, hecha lejana leyenda.
(Rainer Maria Rilke
El Libro de las Horas)
abdicación del hombre


Con lentitud madura la uva, el grano. Cuando el día acaba en silencio, hay un bien y un mal que ya están listos.
(El Sol, Georg Trakl)


I

Ya no hay por que temer, por que llorar.
Pienso en un lúcido paisaje,
y al pensarlo una leve brisa me rosa,
escucho, a la par, la pompa del mundo,
es la gran orgía, la gran fiesta.

Trato, hago el esfuerzo humano,
de adherir mi canto,
corro a confundir mi corazón con los otros
y la gran fiesta del mundo me distrae
de repente.


¿ Quién soy yo en el jolgorio?
¿ Dónde estan mis manos?
¿ Dónde, mi rostro?

Mi corazón late apresurado
ganando a mi mente,
mis manos que se han perdido,
las vuelvo a encontrar pidiendo algo.
Soy el pobre.

Ando y me prostituyo,
bebo sorbo a sorbo mi pecado,
me duele el hambre, el frio, el calor,
me duele ser humano y me siento.

Extrañamente me siento todos,
desgarro mi vergüenza de no ser nadie,
y mientras, en tanto, voy a trasmutarme,
quiero ser el huerfano, el bastardo.

Babeo y rompo en grito,
brillan los cristales de este burgos,
pido mi limosna, me escupen las manos,
busco tu piedad, tu caridad,
maldito desencanto y maldito no ser nadie.

Abrázame, bésame, toca mi alma,
yo soy la ultima esperanza de este infierno,
no dejes que mi cuerpo se calcine,
esta bien , recoge entonces mis cenizas,
haz la final persignación hermano,
mátame, mátame con cada rezo vacuo.

II

Hombre que caminas en la noche
acerca tus orejas y tus ojos,
muerde este primer mensaje del suelo
y comienza a abrir tus brazos a la tierra.

Luz eres hoy, mañana polvo serás,
brotará tu respiración del yuyal,
tu corazón, despojado de sentir, latirá,
como laten los ríos, raudo, fuerte.
Fluirá tu vida. Serás viento.

Tu aliento cantará en la estratosfera,
tu mirar cada estrella será,
y tu piel será follaje y sierra ,
monte y colina será tu carne,
tus huesos, exentos de sentir, dura piedra.

Hombre que caminas, madrugado,
¿ escuchas el mensaje del tiempo?
¿qué oyes? ¿que ves?
Ve naciendo la luz,
ve como se expande y crece,
es el tunel.

Hombre que caminas, amanecido,
muerde esta final palabra,
abrazate a la madre tierra,
apríetala con amor descontrolado,
alejate de ti mismo, rebelate ante tus ojos,
recorre cada fragmento del dolor,
date hasta que duela,
amanece, florece como naturaleza nueva.

III

Me llamo Tu,
soy tus ojos y tu carne,
y me encuentro en tus tejidos,
soy el polvo de tu polvo,
me alimento de ser tu sangre.

Desconozco tu nombre, tu morada,
y no recuerdo tu pasado,
jamas sabré tu condición
porque estoy más allá de esto.

Transciendo la vulgar circunstancia
de cualquier destino adverso,
sufro si estas sufriendo,
me distraigo con el viento
y hago malabares de risas
desde tus incansables labios.

Ignoran todos que somos uno,
o quizás, nadie quiere y todos pueden
consumir esta verdad profunda:
que somos de la misma argamasa,
que así vivimos como morimos
que florecemos así, que hacemos guerra
que nuestros mismo canto brota del viento,
que miramos con los ojos del cielo
y pensamos la vasteda como el amor

... y que al mirar la luz primera
no somos más que un regalo,
hechos todos de la misma sustancia
de esta vieja madre tierra.

IV

Este es un secreto antiguo:
confieso que no he nacido,
que mi ansia de vivir ha llegado muerta,
que ha apagado su luz mi destino,
y que ese vetusto faro del rio de la vida,
se me nubla de a poco y se me aleja.

No tengo y, por lo tanto, no soy;
en este lodazal turbio que es el mundo
me exigen lo que desconozco,
por lo tanto, estoy desprovisto del único atractivo:
el engaño secular de la hipocresía,
la fiebre vulgar de lo propio
el ansia vacua de estar presente.

Confieso que soy lo único y fugaz
que ni siquiera es mío,
un anhelo de ser, inconcluso,
una insatisfacción eterna,
un deseo venerable de estar vestido
de tener puesto el hedonismo y la riqueza frente a nuestros vástagos desnudos.

V

Tengo las manos abiertas para dar,
te doy todo lo que tengo,
y lo que yo tengo,
es lo mismo que tu tienes,
todo lo que nos incumbe esta hecho de la misma sustancia,
y nuestra misma carne
es una materia prima,
Fraternal y mística.

Abro las manos y puedo verte,
emparentado en cada poro ,
eres las lineas de mis manos,
te tengo en cada átomo,
y en mi molécula más remota.

Me miro y descubro que soy tu mismo
y me averguenzo de mirarte tan fijamente,
mi seguridad es ficticia,
me tengo y no me tengo,
cada vez que te roso
me consubstancio y me desahogo...

....quedo flotando como una particula inconstante y, mas allá de mi mismo,
te tengo en mi presencia,
eres definitivamente Yo.




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